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sábado, 21 de enero de 2012

La Favela está Viva

Joao es un niño de doce años, corre feliz por las calles estrechas de la favela , mientras ve caer la lluvia de la noche anterior, aquella que se escurre por los techos de las infinitas casas, que se superponen, una encima de otra. La ropa flamea en los tendederos, al ritmo de una samba que se escucha a lo lejos. Parece que este lugar tuviese vida por si mismo, se respira un profundo silencio, que se rompe eventualmente por el vuelo de los helicópteros de la policía, un lugar donde siento que mis pasos son extraños, casi como si no fueran míos.

 Joao se acerca, con una sonrisa de otro mundo, toma mi mano y me invita a conocer su casa. Desde la entrada se puede divisar el cuadro gigantesco que decora la pequeña sala, una imagen de su padre sosteniendo un bebe -probablemente Joao-, y en la otra mano un fusil. Su madre , una profesora retirada, se acerca e invita a sentarme, se ha percatado de mi atención hacia la foto. Se suelta el cabello y desabrocha uno de los botones de su blusa, su semblante cambia inmediatamente, y me cuenta que hace mucho su marido murió en un operativo policial, pero que no le ha hecho falta en todos estos años, que ella sabe como mantener a su hijo , Luego sonríe y me cuenta sobre como se fundaron las favelas, de un modo tan personal y bello , del modo como solo las madres saben contar los cuentos. Empieza de este modo:



Aquellos que regresaron con vida de la guerra de Canudos, Jamás imaginaron que terminarían fundando la primera favela en la colina llamada Gamboa. Y esque la espera por los terrenos que el estado les había prometido, por su abnegada lucha a favor de Brasil se hacía tan larga, la burocracia se aprovechaba de sus largos procesos, los días de hambre aumentaban, la necesidad familiar de tener un hogar, la falta de seguridad que existía al no verse bajo un techo. Todo ello les obligó a  empezar algo nuevo, decidieron construir sus hogares con materiales momentaneos en aquella colina llena de mandioca brava, una planta de aspecto aspero, que comúnmente era llamada faveleira. -Toma un respiro profundo y concluye- Quizás debido a la abundancia de esta planta, decidieron autonombrarse morro da favela, que con el tiempo adquiriría el nombre de Favelas, me cuenta que aquí la gente es honrada, pero que existe como en todo el mundo, la gente que busca vivir del dinero de otros, me cuenta sobre la venta de droga, las mansiones con piscinas donde viven los jefes de las facciones, que son bandos que se ven enfrentados, las muertes que ha visto, la gente que se ha ido, los que han vuelto, luego se vuelve a recoger el cabello y suelta una lágrima , tal vez,como tantas veces por las noches, mientras nadie la ve.


Inmediatamente se escucha un ruido al fondo y sale Joao con una pistola Beretta de nueve milímetros, me apunta . Mi miedo se ve aplastado por la sorpresa de ver una muñeca tan delgada, que soporta el peso de un arma que llega hasta un kilo de peso, su madre le llama la atención y el niño regresa desde donde vino, gritando que es un regalo de su padre. Eleninha la Madre de Joao me mira orgullosa y se levanta , aparentemente la visita se ha acabado, la sigo hasta la salida y cruzo hacia la siguiente calle. Me recibe un anciano que va bajando, me invita y le sigo.

 El día parece terminar, pero me quedo con la absoluta certeza de que el sol demorará mucho en irse, mientras bajo voy contando el numero de escalones y me olvido de todo. La ciudad maravillosa o Río de Janeiro,se despide de mi, y me llevo un recuerdo imborrable de este lugar.




 Perú, 21 de Enero del 2012
Augusto Salazar


                                              Soundtrack de Patch Adams





3 comentarios:

  1. :O, Creo que he pisado Brasil
    Peshy

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  2. Hola, Augusto sé que nadie nos han presentado aún pero conozco a alguien que sí te conoce, y creo que muy bien. Déjame decirte que tienes el nombre de una de las personas que amo en la vida, mi abuelito :P . Quería que sepas que me encantó tu relato de la favela, de Joao y su madre Eleninha. Wauuuu de verdad déjame repetirlo nuevamente: wuauuuu… ¡qué tal estilo! Te juro sentí encontrarme nuevamente por aquellos lugares y recordé que hace poquísimo tiempo bordeaba una favela que daba rumbo hacia el Cristo Corcovado… no sabes qué calma se siente por allí, sentir ese ruidito que hacen los pajaritos arriba de esos árboles gigantescos, sentir aquella suave brisa acariciando mi mejilla y ver, tal y como tú lo describes, caer esas gotas de lluvia, una tras otra, encima de esas tejas todas decoloradas y vacías. Wauuuuuuuuu, sentí que nuevamente estaba por allá, no sabes cómo se inflaba mi pecho al imaginar que estaba en Brasil y, más aún, rumbo a una de las maravillas del mundo, pero también ver ese lado no tan bonito de Río de Janeiro, ese mundito no tan lejano al nuestro. Gracias por ayudarme a rememorar ese recuerdito que llevaba guardado en mi memoria.

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  3. Hola, debo agradecer que hayas pasado por aquí y hayas podido leer mi escrito, y es que en realidad considero que las cosas tienen ese cierto dote místico, los lugares , los momentos y quizas, esta sensación la que me hace escribir de este Modo.. Muchas Gracias Anónimo.

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